La estrella francesa asegura que tiene gasolina suficiente en el tanque.
A sus 31 años, Fournier se considera todavía en su mejor momento como jugador. Los Knicks no estaban de acuerdo, de ahí que valoraran más su coste salarial que su producción. El salario de 19 millones de dólares de Fournier hizo posible un acuerdo el día del cierre del mercado por Bojan Bogdanovic y Alec Burks.
Para un equipo como los Knicks, necesitado de ayuda anotadora, el acuerdo era algo obvio. Fournier cree que sigue siendo eso, una ayuda anotadora de calidad, y aunque el alero francés no podía convencer a Tom Thibodeau de que le concediera minutos, ha aprovechado la oportunidad que se le ha dado en Detroit. Una oportunidad para recordar a la NBA, y probarse a sí mismo, que no está con un pie y medio fuera de la NBA. Todavía puede ser productivo en una liga cada vez más joven, más rápida, más hábil y más atlética.
“Tengo 31 años, no tengo 40”, dijo Fournier durante la sesión de tiro de los Pistons en el Garden el lunes por la tarde. “Estoy en mis mejores años, literalmente”.
“Para ser honesto, puede que esté soñando, pero para mí, puedo ayudar al equipo”, dijo en octubre respondiendo a su situación en los Knicks. “Soy un buen jugador. Sé jugar. También puedo aportar cosas que este equipo no tiene. Tengo la esperanza de jugar”.
Esta es la razón por la que Fournier quería, más bien esperaba, ser parte de un traspaso antes de la fecha límite del 8 de febrero.
“Esperaba un trade y sucedió, así que funcionó”, dijo. Fournier tiene una anécdota divertida sobre el momento en que se enteró de que había sido traspasado a Detroit: “No tenía ni idea. De hecho, estaba en el baño turco y Josh entró furioso en plan: ¡Evan, Evan! Así fue como ocurrió”, añadió el francés.
Sus números han mejorado en sus 5 partidos en los Pistons: 10.6 puntos en 21 minutos. Aunque el alero considera que esto solo es el principio de su resurgir.