Un ingeniero parte de la organización dejó su bolso con una notebook y dos memorias USB en el tren y desapareció. Preocupación por la filtración de los futuros operativos del evento.
Un hecho aparentemente fortuito podría poner en jaque la seguridad de los Juegos Olímpicos 2024. Mientras la organización se las ingenia en no dejar cabos sin atar para garantizar una competencia en paz en París, un miembro del equipo de trabajo del ayuntamiento sufrió el hurto de un bolso con información sensible y hay preocupación en torno a en qué manos pueda caer.
El ingeniero de 56 años víctima del delito, cuya identidad no trascendió, se presentó en la comisaría que se encuentra en la misma estación de trenes Gare du Nord para denunciar que, después de tomar su asiento en un servicio a Creil Sud Oise y dejar el bolso en el espacio destinado sobre él, había desaparecido al cabo de un rato. Allí llevaba una notebook y dos memorias USB con detalles de los operativos de seguridad que se llevarán a cabo en la ciudad por el evento, que involucrarán a más de dos mil agentes.
El material importante que fue objeto del hurto motivó un despliegue policial mucho mayor al que impulsaría un delito de ese calibre. La alcaldía no emitió ningún comunicado oficial al respecto y tampoco brindó declaraciones a los medios franceses. Algunos se animaron a teorizar sobre un robo planificado, aunque por ahora no existen pruebas de que eso haya sucedido.
Se vienen las entradas para el atletismo
Alejando las preocupaciones, la organización se centra en estos días en los preparativos al lanzamiento de entradas para las pruebas de atletismo, siempre de las más atractivas del olimpismo. Los billetes que se pondrán a la venta desde el lunes prometen ser decenas de miles e incluirán algunas sorpresas.
Los pases más económicos serán los matutinos, de 24 euros, y los más caros los verpertinos, de 85. Las localidades vendidas en total ya alcanzan los ocho millones sobre los 10 que tendrá la cita del 26 de julio al 11 de agosto.