El asturiano valoraba el sexto puesto y los trucos que tuvo que hacer para conseguirlo.
Antes de pasar por los comisarios para declarar por el accidente de Russell, que reclamó Mercedes a dirección de carrera, Fernando Alonso valoraba su carrera. Hubo de tirar de oficio, de manos y de picardía para pegarse a la estela de Checo Pérez, por 15 vueltas y ayudarse así del DRS con el mexicano, aunque no podía rebasarlo, para ganar un segundo por vuelta y mantener detrás a Russell, que al final no pudo darle caza y acabó volcado en mitad de la pista al perder el Mercedes a falta de dos vueltas para el final.
“El safety car (vuelta 15), nos ha beneficiado lógicamente, porque era en una de las vueltas que nos venía bien y tuvimos la suerte de cara para remontar algunas posiciones. Así que no fue el fin de semana más rápido en cuanto a prestaciones, pero ha sido un buen fin de semana en cuanto a estrategia, ‘pit stops’, lo hemos ejecutado bien en carrera y por tanto contento”, resumía sobre la maximización de cada vuelta para quedarse con un sexto que debió haber sido un octavo por prestaciones del coche.
Respecto a la fase en la que se pudo pegar a Checo en el segundo strint (medios) fue la clave de su resultado, además de el coche de seguridad reseñado: “Sí, bueno, vi que iba un poco más rápido y que podíamos mantenernos en el DRS y lógicamente iba al ritmo de Sergio y ese era el ritmo mayor que el mío, así que salía beneficiado e intentamos ahí jugar un poco”, decía sobre su pilotaje inteligente en el micrófono de DAZN F1.