En su último torneo junto con Ale Galán, el gaditano se venga de la dupla con la que se desató el caos y les deja un recado. “Todavía no he recibido ninguna disculpa”.
El pasado 5 de marzo, en Doha, un Yanguas-Garrido frente a Galán-Lebrón repleto de tensión desató una tormenta que ya es historia del pádel mundial, resuelta a la postre con la ruptura de los segundos, la mejor dupla del último lustro. Poco más de dos semanas después, en un torneo de Acapulco que es el último que disputan juntos el madrileño y el gaditano antes de separar sus caminos, hubo un nuevo enfrentamiento entre las dos parejas que, también, acabó con polémica. Esta vez fue por la celebración de Juan Lebrón, que festejó quitándose su camiseta y que desencadenó un nuevo enganchón con Javi Garrido y Mike Yanguas. Ale Galán se limitó a sonreír ante el numerito del que próximamente será su excompañero.
Galán y Lebrón se tomaron la revancha en los cuartos de final del Premier Padel P1 de Acapulco por un contundente 6-4 y 6-2, accediendo así a semifinales y olvidando las penas de Doha. Si en Qatar lo que provocó la discusión del gaditano con Yanguas, Garrido y su entrenador, Javi Mieres, fueron algunas descalificaciones y discusiones por decisiones arbitrales, ahora fue la celebración de Lebrón lo que provocó una nueva tormenta.
El de El Puerto de Santa María, tras abrazar a su compañero y antes de saludar a sus rivales en la red, se quitó la camiseta y la mostró al tendido con su nombre en la parte trasera, como ya hiciese Leo Messi en el Santiago Bernabéu o Cristiano Ronaldo en el Camp Nou. Ese gesto no sentó nada bien a sus adversarios, con un Yanguas que miró completamente incrédulo. Tras el saludo al árbitro, las dos parejas intercambiaron opiniones durante unos segundos, llegando al punto de que el juez de silla les tuvo que apartar. Ale Galán, en un segundo plano, intentó alejar al cámara que grababa lo acontecido. “¡Yo no te he faltado nunca el respeto, Juan! ¡En la vida!”, le dijo Yanguas.
Lejos de apagar el fuego, Lebrón echó gasolina al incendio con sus declaraciones en la propia pista mexicana, donde era silbado al pensar que ese gesto iba hacia la grada. “Sinceramente, la celebración no ha sido a ellos (el público), ha sido a los rivales. No os preocupéis, que a vosotros os tengo un gran cariño. Aunque me estén pitando, no lo sienten así porque me han estado animando”, dijo el exnúmero uno mundial, que dejó un recado a Yanguas y Garrido. “Hacia los rivales, siempre entendí que, cuando gana uno, puede tomarse la celebración como uno quiera. Ellos saben también que varios de su equipo les han dicho que vengan a pedirme perdón, y todavía no he recibido ninguna disculpa. Les invito a que lo hagan porque yo también lo hice y porque hay un Mundial, y esperemos que ese equipo vaya para delante a lo largo del tiempo. Hay que controlar mucho las cosas que pasan dentro y fuera de la cancha. Pedí disculpas y vuelvo a pedirlas por lo que pasó en Doha. Muchas gracias a Ale por el partido que ha hecho, está a tope”, sentenció Lebrón en un nuevo capítulo de polémica que vive el pádel entre dos parejas referentes.