La estrella del Efes compartió unas interesantes declaraciones.
Barry Louis Larkin es un jugador de béisbol estadounidense retirado que desarrolló su carrera profesional entre 1986 y 2004. Concluyó su ilustre carrera con 12 apariciones en el All-Star, un premio MVP de la MLB, un título de campeón de liga de la MLB y el número 11 de su camiseta retirado por los Cincinnati Reds.
Shane Larkin se ha consolidado definitivamente como uno de los mejores jugadores de la Euroliga en las últimas seis temporadas. Sin embargo, como casi todos los chicos de Estados Unidos, comenzó su andadura en el baloncesto cuando logró su sueño de entrar en la mejor liga del mundo al ser seleccionado por los Atlanta Hawks con el número 18 de la primera ronda del Draft de la NBA de 2013.
Sin embargo, el día del draft, Shane Larkin descubrió la dura realidad de la NBA cuando sus derechos del draft fueron traspasados a los Dallas Mavericks. Sin embargo, las cosas no fueron tan mal para él porque se unió a un equipo liderado por el gran Dirk Nowitzki, que había ganado el campeonato dos temporadas antes al derrotar a los Miami Heat, grandes favoritos, en las Finales de la NBA.
“Obviamente, que me eligieran para la NBA fue como un sueño hecho realidad, y poco después de que me eligieran, siete u ocho días más tarde, me rompí el tobillo entrenando para una Liga de Verano. No pude viajar con el equipo a Las Vegas para jugar en una Liga de Verano”, comenzó Shane Larkin esta entrevista.
Muy pronto, Shane Larkin comprendió la verdadera esencia del baloncesto, ya que tenía en Dirk Nowitzki el mejor ejemplo posible para triunfar. Años más tarde, esto se demostró en la práctica, ya que Shane se convirtió en un jugador campeón por primera vez.
“La primera vez que vi a Dirk fue en verano, cuando me operaron del tobillo y me quedé un tiempo en Dallas para asegurarme de que todo iba bien después de la operación. En pleno verano, cuando aún faltaban tres meses para que empezara la temporada, fui a las 8:30 de la mañana para que los fisioterapeutas del equipo me revisaran el tobillo y apareció Dirk. Eran las 8:30 de la mañana, en verano, y no esperaba que estuviera allí.”