El tanking en la NBA se refiere a la práctica de un equipo que de forma intencional busca no competir al máximo de sus posibilidades en los partidos, con el fin de mejorar su posición en el sorteo de la NBA y tener una mayor probabilidad de seleccionar a un jugador prometedor en el Draft. Los equipos que practican el tanking a menudo hacen un esfuerzo consciente para perder partidos, ya sea a través de la alineación de jugadores menos talentosos, alargar el tiempo de recuperación de las lesiones o mediante traspasos por rondas futuras del draft. Aunque el tanking puede ser efectivo a largo plazo, también es considerado por muchos como una forma de hacer trampas y puede dañar la integridad de la liga.